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La reventa de productos tiene muchas ventajas para las peluquerías. Es ideal para mejorar su rentabilidad inmediata y aumentar la fidelización. Nos preguntamos muy a menudo como determinar el precio correcto o hacer más visibles los productos adecuados. Además, competir en precio con los grandes distribuidores y el comercio electrónico es tarea casi imposible. Pero estamos aquí para ayudarte, y para empezar, te damos 5 consejos claves para un sistema de venta de productos rentable en nuestras peluquería que incremente la facturación y nuestro margen comercial. ¡Empezamos!

1. Determina el precio de venta perfecto.

El volumen de facturación en productos en las peluquerías en España es bajo (entre un 5% y un 8%). Por lo tanto, fijar correctamente el precio de estos productos es más que vital para generar un margen suficiente y mantener la fidelidad de las personas que acuden a nuestra peluquería y que no efectúen la compra de sus productos a través de Internet.

El precio de venta afecta a tres áreas importantes de nuestra peluquería:

  • Primero, a la percepción del producto adquirido: con la sensación de haber hecho una buena compra, las personas sentirán que «la relación calidad-precio es la adecuada».

  • Implica en gran medida a la imagen de la peluquería: «¡La Peluquería A es buena, pero es muy cara!» o al contrario «¡Con ese precio, no puede ser bueno!

  • Impacta de forma directa en la gestión y la rentabilidad de la empresa.

Un método muy sencillo para determinar el precio de venta ideal de los productos en la peluquería es el método conocido como “Multiplicador”. Con el podemos controlar muy fácilmente el margen de beneficio de cualquier venta. En peluquería, es aconsejable utilizar multiplicadores de 1,8 a 2 como máximo para los precios antes de impuestos.

Vamos a poner un ejemplo:

Un champú nos cuesta 10 euros más IVA. Multiplica el precio de compra por 1,8 y añade el 21% de IVA para encontrar un precio de venta con un margen habitual: (44,44% bruto y mirado más de cerca, un 35,11% neto). Ahora mismo estás diciendo, ¡¡¿Cómo?!! Te lo explico más adelante. Sigamos con el ejemplo:

10€ x 1,8 = 18€ + 21% de IVA = 21,78€ con IVA incluido. Redondeamos si queremos a 21,80€

La explicación entre margen bruto y neto es simple. El margen bruto es aquel que se obtiene antes de impuestos y el margen neto aquel que nos queda después de impuestos.

Hasta ahora solo hemos tenido en cuenta como impuestos el IVA que nos toca pagar en cada venta. Este valor es la diferencia entre el IVA repercutido o cobrado (3,78€ en este ejemplo) y el IVA soportado o que pagamos (2,1€). La diferencia (1,68€) son impuestos que hemos de restar a nuestro margen bruto.

Desarrollaremos mucho más toda la fiscalidad e implicaciones de la venta de productos en otro artículo ya que es un tema que merece especial atención.

2. Prioriza la relación calidad/precio

En nuestras peluquerías, proporcionar productos que las personas perciban con una excelente relación calidad/precio es fundamental para atraer y retener. Todos valoramos los productos que satisfacen nuestras necesidades y nos ofrecen valor adicional, sintiendo que nuestra compra es inteligente y beneficiosa. Este enfoque no solo cumple con las expectativas, sino que también fortalece la lealtad y confianza hacia la peluquería.

Ofrecer productos distintivos tanto en calidad, con un precio adaptado a la misma, establece una ventaja competitiva, diferenciando el salón en un mercado saturado y atrayendo personas que buscan lo mejor en términos de valor. La personalización y la precisión en los servicios y diagnósticos incrementan la satisfacción, fomentando el retorno para futuros servicios y compras. Además, esta estrategia impulsa las ventas cruzadas y aumenta el volumen de las mismas, ya que todas las personas están más inclinadas a probar recomendaciones de su peluquería de confianza.

Por tanto, mantener una gama de productos de alta calidad a precios acorde mejora la imagen de marca de la peluquería, atrayendo a un público más amplio y construyendo una reputación sólida basada en calidad y valor. Esta relación calidad/precio no solo beneficia a quien nos vista, sino que también contribuye al éxito y crecimiento sostenible de la peluquería, creando un ciclo virtuoso de satisfacción y fidelización.

3. Mira los precios en internet y los recomendados por las marcas

Más allá del cálculo que podamos hacer, la recomendación es consultar los precios establecidos por la marca. De hecho, cuando gestionamos un salón de peluquería, deberíamos exigir que la marca con la que trabajamos tenga precios fijados y que obligue a cumplirlos. Consultemos esta tabla de precios con nuestros proveedores. Incluso debemos ponernos en contacto directamente con la marca si es necesario.

Permanezcamos alerta y busquemos los precios de nuestros productos en internet cuando examinamos nuevas incorporaciones y chequeando a menudo los productos con los que trabajamos, ya que nos podemos llevar alguna que otra sorpresa que deberemos hablar con nuestros proveedores. Esto nos dará una idea concreta del mercado nos asegurará que estamos haciendo la elección correcta.

Hemos de tener muy presente que, aunque nuestros productos sean accesibles mediante venta en línea, nuestra peluquería ofrece un hecho diferencial de alto valor. ofrecemos una ventaja adicional: ¡nuestro asesoramiento y un diagnóstico totalmente personalizado que asegura resultados y el rendimiento óptimo del producto!

4. Valorar el poder de su consejo

Quienes acuden a nuestra peluquería buscan sobre todo consejos y sugerencias para elegir los productos capilares o cosméticos adecuados. Además del volumen de facturación adicional derivado de la venta de productos, también aumentará la fidelización. Esto supone un doble beneficio para nuestra peluquería.

Los consejos y el diagnóstico que aportamos repercuten en el valor percibido. Dada nuestra experiencia, nuestra prioridad es el bienestar de la persona que estamos atendiendo. Por tanto, durante el servicio hemos de destinar la mayoría del tiempo ejercer nuestra profesión y destinar el tiempo necesario para analizar la situación de cada persona y asesorar para incrementar la calidad del resultado y por tanto aumentar la fidelización. Nuestro diagnóstico es en estos casos totalmente personalizado y esto es una clara ventaja. En cualquier gran superficie o mediante comercio electrónico, nunca se aporta un asesoramiento personalizado. Por tanto, se corre el riesgo de seleccionar un producto inadecuado para una situación y no obtener los resultados deseados. No se trata en muchos casos de que sean malos productos, simplemente no son los que la persona necesita. No olvidemos nunca que nuestros consejos como profesionales de la peluquería tienen un gran valor añadido.

Un aspecto fundamental que hemos grabar en nuestra mente es que, aunque nuestro asesoramiento marca la diferencia, repercutir el valor del mismo en el precio del producto y elevar su precio frente a otras peluquerías o tiendas de comercio electrónico provocará que las personas prefieran comprarlo por Internet después de recibir nuestras indicaciones. Durante un servicio, hemos de destinar al menos un 60% de nuestro tiempo de conversación, en caso de que la persona a la que atendemos busque comunicación, a ejercer nuestro trabajo como profesionales de la peluquería y buscar por tanto no solo el acabado sino también la salud capilar de cada persona.

5. Elige marcas exclusivas para salones de peluquería.

Si la marca que hemos seleccionado para desarrollar nuestro trabajo se distribuye en casi todas partes: en miles de salones, en tiendas online o en grandes superficies, su carácter no exclusivo debería hacerte replantear tu elección. De hecho, lo único que conseguirás será aportarle más publicidad a esa marca (encima pagándole) y darla a conocer a través de nuestro salón. No es por tanto una perspectiva real incremento de valor ni mucho menos rentabilidad. Hemos de trabajar nuestra marca personal, una marca de producto nunca debe determinar la percepción de nuestra peluquería. Pagamos a las marcas por sus productos, no ellas a nuestros salones por utilizarlos. Nuestra marca personal ha de prevalecer siempre.

En general, la recomendación es elegir marcas poco comunes, de venta exclusiva en salones, que nos diferencien del resto del mercado. La rareza de ciertas marcas las hace más valiosas para las personas que asesoramos y produce más facilidad a su reventa en nuestra peluquería. Esta rareza de ciertas marcas les confiere un perfil más alto. Las personas se sienten siempre atraídas por un producto que difícilmente pueden encontrar en otros lugares o que quieren probar por su exclusividad a la vez que su efectividad.

Por ello, es mejor elegir marcas con una política de distribución más selectiva, que vendan sólo a salones de peluquería. Nuestro asesoramiento, diagnóstico y venta de productos contribuirá a la captación y fidelización dada la exclusividad y calidad que aportamos como salón de peluquería de referencia.

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